Este modelo ha sido elegido por muchas casas reales por su confort y fiabilidad como coche oficial. Ejemplos como el Príncipe Haakon de Noruega y su esposa Mette-Marit, los príncipes de Jordania o una larga lista de presidentes (entre los que cabe destacar a J.F.K.) son algunos de los privilegiados usuarios de este modelo del 1.961.

Sólo se producía un coche al día y se examinaban minuciosamente todas sus tolerancias. Un coche a la semana se aparcaba para su inspección total. Según estudios realizados en la época por el departamento de control de calidad, sólo se empleaban mujeres porqué se consideraba que realizaban un trabajo mucho más meticuloso.

Cabe destacar que sus puertas posteriores abren en sentido contrario al normal. Cuando las abre un chofer profesional, el acceso y descenso resulta mucho más cómodo para los ocupantes de las plazas traseras.